miércoles, 12 de diciembre de 2018

2 de diciembre, Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.



El 2 de diciembre de 1949, la Asamblea General de la ONU aprobó el Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena y en 1996 la Asamblea General decidió que este día se designara como el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.Esta fecha nos compromete a luchar contra toda forma de esclavitud vigente como la trata de personas, la explotación sexual y el trabajo infantil.

La esclavitud existe desde hace miles de años; el antiguo Egipto y la Roma imperial basaron su poder económico y político en la existencia de esclavos, considerados como “cosas”.
En África, antes de la llegada de los europeos, existía la esclavitud pero el esclavo era parte de familia que lo poseía, en el Kongo, un padre de familia llamaba a su esclavo mwana ( hijo) y había étnias en las que no se conocían esclavos como los fang de África ecuatorial.

Los europeos modificaron la concepción de esclavitud en África; exportaron un gran número de esclavos a regiones desconocidas y los convirtieron en objeto, con todo lo que esto implica en la vida del hombre.

El descubrimiento de América en 1492 y la posterior ocupación del continente por parte de Europa, requería de mano de obra para la apropiación de riquezas, la minería y la agricultura; luego del exterminio de la población originaria, fueron los africanos quienes ocuparon ese lugar. Al no estar protegidos por las tradiciones legales de los europeos podían ser reducidos sin discusión a una disciplina brutal y sanguinaria.

El hombre negro participó en todas las acciones bélicas de Argentina; fueron incorporados lentamente ya sea por la “Ley de rescate”, o por la promesa de libertad si prestaban cinco años de servicio militar.

Cuando San Martín regresó de España, en 1812, su primera misión fue la organización del Regimiento de Granaderos a Caballo. A fines de ese año comandó el Ejército del Norte: sus tropas se componían de 1.200 hombres, de los cuales 800 eran negros libertos (esclavos rescatados por el Estado para el servicio de las armas). La frase de San Martín, luego de recorrer el campo de batalla de Chacabuco: “¡Pobres negros! nos dá una idea del lugar que ocupaban y las tareas que desempeñaban.

Los sobrevivientes de la Guerra de la Independencia no fueron liberados como les habían prometido; integraron filas en la guerra contra Brasil (1825 a 1828) y las guerras civiles entre unitarios y federales. El Brigadier General y Gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas los convocó para formar el Batallón Provincial y el Batallón Restaurador. Con el fin de la Guerra de la Triple Alianza, contra Paraguay (1865-1870), terminó el calvario del hombre negro en las Fuerzas Armadas.

Años después, las nuevas corrientes migratorias de origen europeo, desplazaron lentamente a los negros en argentina y fueron olvidados por la sociedad que habían ayudado a consolidar. Sin embrago dejaron su impronta en todos los aspectos de nuestra cultura. Fueron el origen de formas artísticas populares como la payada, el tango, la milonga y la chacarera. Aportaron palabras al castellano del Río de la Plata: bombo, batuque, bujía, conga, candombe, dengue, malambo, mandinga, mucama y tarima. Fueron destacados pianistas como el maestro Navarro y grandes compositores como Rosendo Mendizábal, autor del tango “El entrerriano” y Horacio Mendizábal, poeta del período romántico. Incorporaron las achuras, el mondongo, la mazamorra y el locro, a nuestra cultura culinaria.

Ningún ser humano puede ser esclavo de nadie
debemos desterrar toda discriminación por causa de sexo, idioma o religión 
y recordar siempre, 
que hay una sola raza: la raza humana.

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