lunes, 10 de diciembre de 2018

22 de noviembre, Dia Internacional de La Música

La música está en todas partes, la respiramos sin darnos cuenta; vivimos sumergidos en un mundo de sonidos y melodías. A simple vista, la música parece sólo, unos puntos negros escritos sobre un pentagrama, pero estos símbolos son cápsulas de energía, esperando que alguien las libere.
Las vibraciones del sonido afectan directamente nuestro interior, tienen la capacidad de conmovernos.
Una canción puede decir exactamente eso que sentimos, la música muchas veces hace que nos olvidemos de nosotros mismos, pero también nos vuelve más conscientes porque nos conecta con nuestras emociones y se nos hace más fácil entender lo que nos pasa.
No importa el género que escuchemos, rock, norteño, jazz, banda tambora, pop, punk, ritmos latinos, alternativo, chillout, electronica, acid, new wave, grounge, disco, hard-core, hip hop, música clásica, rap, ska, blues, reggae, bossa nova, soul, r&b o cualquier otro género por inventar o fusionar, todos nos brindan una experiencia sensorial.
La música puede parecernos ajena o difícil de hacer pero vive adentro nuestro, la voz, las manos y los pies, pueden ser los instrumentos y su idioma es universal, todos llegan a entenderla y tal vez sea por eso tan difícil de explicar.

La música es una herramienta ideal para el modelo de transformación social y educativo; es en si misma inclusiva, unifica dimensiones intelectuales, sociales y afectivas, su importancia en la formación integral de los ciudadanos está fuera de toda discusión.
Tal como sucede con todas las formas de expresión cultural, la música es un camino para el conocimiento de la sociedad, sus etapas y paradigmas; es un un lenguaje, un arte y una ciencia.
El estudio de la música de vital importancia, no sólo por su valor estético, elemento relevante del patrimonio cultural de la civilización, si no también como soporte a partir del cual el ser humano se puede comunicar con otros y también consigo mismo.
Desde el punto de vista pedagógico, contribuye al desarrollo de distintas capacidades: favorece la atención, la concentración, la memoria, la tolerancia, el autocontrol, la sensibilidad, el aprendizaje de las lenguas, las matemáticas y la historia; contribuye al desarrollo intelectual, afectivo, interpersonal, psicomotor, físico y neurológico.
La actividad musical requiere siempre de la participación grupal, además afecta cada una de las áreas que conforman al ser humano y las interrelaciona, logrando asi, un máximo de interculturalidad y compañerismo..

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